Algo diferente.

Hace tiempo que no escribo y tengo ganas de escribir algo diferente.
Suelo ser una persona bastante positiva, alegre, con ganas de mejorar... Pero ultimamente me siento algo ahogada, encerrada, atada en mis propios problemas, tan atada que me terminan consumiendo. Siempre digo que el que no atraviesa crisis no es humano, porque al decir verdad ¿quién no ha atravesado crisis alguna vez?
Siento la necesidad de canalizar de esta manera mis problemas, porque si bien todos atravesamos crisis, no todos la canalizamos de una manera correcta. Elegí este método porque puedo hacerlo libremente sin lastimar a nadie, sin herir los sentimientos de nadie y porque quizá alguien se sienta identificado o identificada.

Creía que comenzaría un camino con muchas puertas abiertas para poder elegir a cuál entrar, un camino el cual me llamaría la atención en muchos sentidos, aunque yo supiera a dónde quería llegar. Empecé a caminar antes de tiempo, no esperé la señal de largada, no escuché las advertencias de los sabios, no quise ver que el cielo de pronto se tornaría gris por no querer esperar. Claramente, en consecuencia de mis actos, tomé el camino equivocado, el camino más largo. Me encuentro aún en él, pero decidí sentarme un rato en una de las piedras que se quiso interponer para que yo no pase, me senté a pensar, a pensar qué hubiera pasado si yo hubiera esperado a que me digan "Ya". Hoy, kilómetros atrás me encontré con una hechicera, me prometió no dejarme sola en lo que resta del camino, me dijo que entendía que yo haya cometido un error, pero que no iba a criticarme y se lo agradecí.
Sigo pensando, pienso en que es momento en que yo corra un poco para adelantar tiempo que quizá, algún obstáculo más complejo, más adelante, me quiera robar. Llevo trepada en mis hombros un hada pequeña quien de a ratos me golpea pero no se muy bien por qué. Me dijo que por ahora yo tengo que llevarla, pero que cuando llegue el momento indicado, ella bajará y me ayudará a encontrar otro camino mientras yo le enseñe a crecer. Me asusta tener la responsabilidad de enseñarle a crecer ya que mi vida fue una cadena de acciones incorrectas, pero igual lo intentaré.
Ahora pienso en mi meta, pienso que posiblemente yo estaría tomando la recta final de la primer etapa si no me hubiera adelantado aquella vez, pero solo he recorrido un cuarto de mi camino.
Tengo la esperanza de que mi destino no cambió, lo único que cambió es el camino, pero si no me rindo, si no decido quedarme acá, tarde o temprano voy a llegar.
Para que se me haga menos difícil, cada tanto tres gigantes me dicen si voy por buen camino, aunque no me dicen qué hacer, solo saben responder con "Si" o "No". Yo creo que lo hacen para que yo aprenda a tomar decisiones por mi cuenta, aunque a veces me sienta molesta con tantas preguntas que les hago. También conocí a un guerrero, un chico que al igual que yo se apuró al empezar el camino, solo que pude darme cuenta, que él no tiene muy claro cuál es su destino, sólo camina, quiere descubrir qué le prepara la vida para el día que llegue a la meta. A veces me ayuda con el hada, no logra bajarla de mis hombros porque está muy bien agarrada, pero sí me ayuda a contenerla y me propuso ayudarme a enseñarle a crecer porque con el tiempo tomó como lema "De los errores se aprende".
Y acá estoy de nuevo, sentada en esta piedra, un poco cansada, pero dispuesta a seguir en camino. No estoy sola, eso también me anima, pero el camino es mio y estoy dispuesta a terminarlo. ¡Adelante!

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